Como siempre llovia alrededor de la aldea, el ambiente era bastante humedo. En el camino conoci un poco mas sobre el señor Kenta y su mision. Debia ayudar en las remodelaciones de una tienda de abarrotes en konoha que pertenecia a su cuñado. Estaba preocupado por sus familiares en konoha, me conto sobre un pequeño rumor, acerca de una especie de tortuga-camaron gigante que estaba atacando embarcaciones y puertos a lo largo de la costa este del continente. Yo supuse que eran simples cuentos de un anciano, aunque me parecio un poco interesante.

En el camino, tenia varios pajaros de origami sobrevolando nuestras cabezas para detectar cualquier amenaza. Finalmente, tras varias horas caminando, llegamos a las llanuras del pais del fuego. Ya no estaba lloviendo. Descubri maravillado que no en todo el mundo el cielo y las nubes eran grises. Mas bien el color natural del cielo era de un azul claro y las nubes blancas como el algodon medico.

Antes del anochecer, llegamos a la entrada de un gran bosque. Revise mi mapa y parecia que estabamos en el sitio correcto. Este era el bosque que ocultaba la aldea de konoha. Le dije al viejo que acampariamos aqui, a sus afueras. Era mas seguro, ya que me daba un mejor campo de vision y facilidad para arrojar origamis.

Prendimos una fogata, puse un par de origamis camuflados en los arboles cercanos como sistema de alarma/trampa y libere varios pajaros para que sobrevolaran el perimetro mientras cenabamos y dormiamos.