Tras hablar con mis dos hijos en mi casa salí a toda prisa hacia mi destino, el país del oso. Allí debía de interceptar a un ninja de la hoja que estaba intentando escabullirse con secretos de la aldea. Debido a la gran cantidad de países con un poder militar decente es muy probable la creación de una guerra, pero estos nunca irían por una gran nación ninja a no ser que tuvieran la información suficiente. Si tratamos el aspecto de la información suficiente sabemos que toda aldea tiene una economía, política, estrategias ofensivas y defensivas. Esta última es la que mas le interesan a las pequeñas aldeas para poder planificar una estrategia. Saltaba a toda velocidad por el bosque, parecía que volaba debido a la sorprendente velocidad con la que avanzaba. El bosque cada vez mas frondoso dejaba un menor espacio a la entrada de rayos de luz solares lo cual dificultaba en algunos instantes saber exactamente donde debía de pisar, pero eso no es ningún tipo de problema para un ninja. La noche estaba ya asomando por aquellos lugares cuando ya había cruzado las montañas próximas a la aldea principal del País del Oso. No me queda mucho mas de un par de horas de viaje, pero debería de descansar un poco en alguna posada e intentar conseguir algo de información. Seguía avanzando a toda velocidad cuando a o lejos en el bosque veo unas luces, era una posada que se encontraba junto a una carretera de mercancías. Estoy seguro que este tipo habrá cogido este mismo camino que yo. Aunque es el camino mas duro también es el más rápido, y si es un buen ninja no habrá sido el camino un problema para él. Espero que allí alguien pueda darme algo de información Me costó dos minutos el llegar a la puerta de la posada.
Era un lugar tranquilo y apacible, con una fachada de madera. Por la altura se podía ver claramente que se trataba de una casa de dos plantas, por lo tanto no era un lugar que acogiera a demasiados visitantes. Aunque a primera vista dijera que no tendría a demasiadas personas en ella, el ruido del interior demostraba que si era así. En su interior se escuchaba música y un gran escandalo producido por una especie de fiesta. Abrí la puerta de manera tranquila, y me dirigí hacia el mostrador en el que se encontraba una anciana. Tras acercarme al mostrador la anciana muy servicial y con una sonrisa en la cara me miró a los ojos y me dijo si buscaba una habitación o únicamente beber y divertirme un rato. Al ver esa mirada y sonrisa tan tranquila y apacible le respondí de la manera mas serena y dulce que podía; mi respuesta era clara únicamente quería pasar la noche en el lugar. Al escuchar mi respuesta me entregó la llave y me indicó donde se encontraba la habitación; pero yo tenia que decirle una cosa antes de ir a mi habitación. - Perdone señora Pronuncié cortando que se marchara del mostrador, y yo en el instante sacara una bolsa en la que llevaba el dinero - Me gustaría pagarle por adelantado. Espero que haya suficiente en esta bolsa para pagar la habitación y poder bajar luego a divertirme un poco Mientras sonreía le entregue una bolsa con casi el doble del dinero que me costaría la habitación. La anciana al ver ese dinero me miró casi preocupada por la cantidad de dinero que lo había entregado; y preocupada por mi me dijo que no había ningún problema. Tras este encuentro me dirigí hacia mi habitación para pensar que iba a hacer para conseguir la información. Mi plan era bajar y camuflarme entre las personas que había allí, y haciendo preguntas conseguir lo que necesitaba.

Tras darme una ducha bajé a la planta baja del hostal. El ruido y la alegría se escuchaban desde muy lejos y quería introducirme en ese ambiente. Cuando la anciana me vio bajar me miró muy agradecida, al igual que el anciano; el cual deduje que era su marido y ella le había contado lo que había hecho. Fui a la barra y pedí un vaso de leche, ya que no debía de distraerme de mi misión. Me senté en una mesa viendo y escuchando con atención a las demás personas del lugar, ninguno en particular parecía saber nada sobre mi objetivo, pero tenia que asegurarme. Si ese tipo a aparecido por aquí estoy seguro que los propietarios lo saben. Seguro que ellos pueden darme mucha mas información que cualquiera de estas personas De manera tranquila y apacible caminaba hacia los ancianos, mientras que pensaba que preguntas iba a hacerles. Podía ser directo o comenzar un poco mas a la tranquilidad para sacarles mas información. Ya no me daba tiempo a decidir ya que el propio anciano había venido hacia mí.
- Le estoy muy agradecido por su generosa ayuda, señor Se dirigía el anciano muy agradecido hacia mi
- No se preocupe señor, tienen una posada encantadora. Seguro que aquí para muchísima gente al fin del día Pronuncié de manera serena y confiada, pero siempre en busca de la información que me seria muy útil - Disculpe mis modales, mi nombre es Reimon Al escuchar mis palabras el anciano se sonrojo un poco, estaba muy orgulloso de su negocio - No pasa nada Reimon, yo tampoco me he presentado. Mi nombre es Tómas, encantado de conocerte Respondió muy alegre; pero esa alegría se torno preocupación cuando comenzó a hablar de su negocio - Estamos demasiado alejados de cualquier nación y no tenemos la suficiente protección; y nuestros clientes siempre son los mismo borrachos. Aunque vienen todas las noches, lo que beben no cubre algunas lo que rompen. Sus palabras me entristecieron un poco pero debía de conseguir mi información - ¿Estos últimos días ha venido algún cliente nuevo? Pregunté muy interesando - Pues unos minutos antes de que tu llegases uno nuevo salía caminando tranquilamente de aquí. Estuvo aquí dos días, y pago religiosamente todo lo que consumió Hay tenia mi objetivo, si iba con esa tranquilidad quiere decir que no pensaba que nadie fuese por él. Y si era así quería que lo encontraran pero no sabia el motivo por el cual quería eso.
De pronto un portazo llamo mi atención, anciano al ver a los hombres que entraron comenzó a pedir que no volvieran a hacerlo. Que no les quedaba dinero ¿Unos ladrones? Al parecer venían regularmente por aquí ya que son conocidos La música se detuvo de golpe, todos se quedaron en silencio. Eran uso 5 hombres y los consumidores los doblaban en numero, podían encargarse de ellos; a no ser que estos fueran ninjas, y si era así había venido el día equivocado. Uno de ellos agarro a la anciana por el brazo como amenaza para que le diera el dinero de la caja. Al ver que querían robarles a estas fabulosas personas no me iba a estar quieto. - Ey!!! Estúpidos!!! Dejad a los ancianos y meteos con alguien de vuestro tamaño Grité muy enérgico - Chico déjalo. Te mataran si te metes en problemas con ellos. Son ninjas Al escuchar esas palabras ya no necesitaba mas motivos para destrozarles - ¿Habéis escuchado lo que dice ese idiota? Id a por él y matadle Dijo el que tenia a la anciana agarrada por el brazo, y por sus palabras deduje que era el cabecilla. Los demás ladrones le obedecieron sin dudarlo, pero yo ya tenía mi objetivo fijado. Con un veloz movimiento me encontraba detrás del cabecilla con un kunai en su cuello y con el brazo que tenia libre agarre su mano. - Que un ninja use su arte para su propio beneficio lucrativo es imperdonable. Recuerda mi nombre, porque será el nombre que mas temerás en tu vida Le susurré al oído. Tras susurrarle esas palabras le empujé lanzándolo sobre el mostrador y de este al suelo. Volví a moverme a gran velocidad quedando en el medio de los otros cuatro hombres; todo ellos pudieron ver lo que le había hecho a su jefe. Muy enfadados todos se lanzaron a por mí. El primero de ellos vino con un puñetazo muy simple, el cual esquive von un sencillo movimiento y agarrándole lo lancé contra el segundo que me atacaba. El tercero se acercaba a toda velocidad, me agache y cuando estaba sobre mi me levante elevándolo por lo aires. Cuando estaba por lo aires le propiné una patada en el estomago. Y antes de que el cuarto tuviera oportunidad casi de moverse le golpee con la palma de la mano en la nariz lanzándolo hacia atrás. Los cuatro hombre estaban en el suelo doloridos por lo golpes, todos los allí presentes vieron mi actuación y por primera vez aquellas personas que estaban allí bebiendo cogieron y agarraron a los 4 tipos que estaban en el suelo. Había conseguido que tuvieran la valentía para luchar por ese lugar que tanto frecuentaban y les gustaba. - Ahora te toca a ti ver lo que hace un verdadero ninja. Dije enfadado hacia el cabecilla Vi que estaba haciendo unos sellos, y a toda velocidad le golpeé en el mentón para que se detuviera y saliera volando un corto espacio. - Por lo que veo tus hombres te dan igual. Juguemos tu y yo Le agarre y lo lancé por la ventana al exterior. Yo rápidamente salí tras él. - ¿Sabes lo que más odio de todo? A la gente como tú Decia muy enfadado mientras que el andaba con las manos muy asustado - No me hagas daño por favor. Hare lo que tu quieras Balbuceaba el hombre muy asustado [color=orange]- No mereces la caridad de nadie. Le dije mientras que mirando a sus ojos le introducía en un genjutsu con mi sharingan. En el genjutsu aparecía él y podía verse como se quemaba todo su cuerpo. Ante esta visión comenzó a gritar. No quería torturarle hasta la muerte psicológica, por lo que lo saqué del genjutsu unos instantes después. - Si no quieres morir de esa manera, te encargaras de cuidar de este lugar. Y como escuche que esta posada sufre el mas mínimo daño por vuestra culpa, os daré caza a todos vosotros. Tras escuchar mis palabras ese tipo, se callo al suelo asustado y prometió hacer eso que le había dicho.
Después de arreglar todo lo que había sucedido y de pagar los desperfectos la mañana siguiente, me marché rápidamente para poder atrapar a mi enemigo.