Aquel dia me desperté de sobresalto al notar el sol quemando mi piel y abrasando mis ojos con sus primeras luces de la mañana; abrí los ojos aun sabiendo que no aguantaría tanta luz.
Después de levantarme y casi abrasarme la vista miré a mi alrededor en busca de aquello que supuestamente había dejado en mis pantalones; sin embargo encontré mis pantalones, sin el rollo Yoton de los Yagura.
Me levanté rápidamente y comencé a buscar el rollo hasta que lo vi, estaba ahí completamente al descubierto,al lado de un pájaro el cual salió volando cuando vio que me acercaba a él. Di gracias al cielo por que estuviese intacto y libre de sellos explosivos; era el úunico rollo de técnicas del clan Yagura que obtuve antes de salir de Kiri, prácticamente me conocía de memoria el rollo, puesto que lo copié antes de salir para que lo que quedaba de mi clan en Kiri tuviese algo con lo que practicar y así no dejar que el clan perdiese sus jutsus.
Decidí ir a entrenar a aquella isla pequeña que vi el dia anterior y me puse en camino, no quería perder tiempo así que corrí sobre el agua saltando las olas más peligrosas mientras me preguntaba qué era de los niños de mi clan, mis "primos" que no tenían a nadie que les enseñase por esa estúpida manía de Kiri de mantener todo en secreto; de esa forma no se pudo saber qué había ocurrido con el resto del clan en los tiempos del cuarto mizukage o si quedaba alguno con vida.

Llegué a visualizar la isla una media hora después de empezar la travesía; para entonces ya me encontraba cansado y acalorado; requisito indispensable para entrenar los jutsus Yoton; pero sobre todo me encontraba hambriento, ya no me quedaba comida ni tenía dinero para comprar o lugar donde robar.
Me apoyé en una roca de la diminuta isla y abrí el royo en busca de algún jutsu que llamase mi atención lo suficiente hasta que lo vi: Yoton Sakaho no Jutsu

Spoiler:

Sonreí para mis adentros y me levanté dejando antes el royo abierto en el suelo dispuesto a entrenar.

Leí varias veces la explicación del jutsu; al parecer consistía en concentrar chakra estilo lava en una de las manos para generar una esfera maciza de lava para después lanzarla contra el enemigo o contra el objetivo.
Decidí que le mejor sería colocar para el primer intento una venda al rededor de mi mano derecha para así evitar quemaduras accidentales en mi primer intento, después me giré hacia el royo y memorice rápidamente los sellos necesarios para liberar el chakra y realizar el jutsu, al parecer era un poco más necesario concentrarse el los dos últimos sellos: Tigre y Pájaro
Ejecuté rápidamente los primeros sellos y como era necesario me concentrñe especialmente en el Tigre y el Pájaro. Cuando comencé a notar el chakra tomando forma separé las manos, extendiendo la derecha hacia delante, lejos de mi, finalmente susurré: Yoton Sakaho no Jutsu
Inmediatamente noté cómo el chakra salía de mi mano y formaba una esfera de lava sobre ella; durante unos segundos pude notar la tenue luz que poseía o incluso el calor que emitía, hasta que ese calor se volvió abrasador y comenzó a quemar rápidamente la venda de mi mano. Como reflejo lancé la esfera hacia el mar, me quedé observando la esfera de piedra negra en la que se había convertido al enfriarse con el agua.
No debía concentrar de esa manera el chakra.

Repetí los sellos una y otra vez, ejecutando el Sakaho no Jutsu una infinidad de veces, quemándome la mano en varias ocasiones, no logrando siquiera un poco de calor consiguiendo una esfera plástica sin poder quemador en otras.
Estuve así en varias ocasiones, sin conseguir resultado en ninguna, la venda que me cubría la mano derecha estaba complétamente calcinada y reducida a cenizas al lado de mis pies, los cuales soportaban el peso de mi cuerpo, de aspecto calcinado al tener algunas quemaduras no muy importantes como consecuencia de usar tanta lava.
Utilizaba como diana una gran roca que tenía enfrente mio, cerca de la orilla del mar, la roca se encontraba completamente saturada de lava, que poco a poco se volvía una fura y rígida roca negra.
Me decidí por última vez a intentarlo: Ejecuté los sellos, extendi mi mano desnuda y concentré mi chakra de la mejor forma que pude, haciendolo pasar primero por mi mano para luego convertirlo en lava.
Y, aunque no me lo esperaba sirvió, conseguí formar una pergecta esfera de lava brillante y caliente, ardiente más bien, pero no me quemaba la mano, notaba el gran calor que desprendía, lo notaba en mi cara, en mis ojos, pero no en mi mano. Lo había conseguido, había ejecutado el jutsu haciendo que no me quemase la mano.
Decidí probarlo: Apunté y lo lancé contra una roca arcillosa de la orilla la cual recibió el impacto siendo derretida por el calor y mezclándose con la lava para después adentrarse en el mar, provocando la subida de vapor al calentar parte del agua.