No era la primera vez que me encontraba en el océano practicando y ensayando técnicas del clan Yagura de lava, puesto que necesitaba un lugar donde no produjese incendios, un lugar donde el elemento lava no destrozase lugares por completo, y el mejor lugar que había era el océano, que al estar formado por agua en su totalidad enfriaría los jutsus mal realizados convirtiendolos en rocas negras, que no pueden dañar prácticamente a nadie si no se han realizado con esa intención.
Llevo mi mano hacia el pergamino Yoton de los Yagura y lo extiendo buscando de nuevo una técnica que me llamase lo mínimo y que pudiese realizar con mi pobre nivel actual, repasé varias técnicas sin que me llamase la atención, volví a ver la última técnica que aprendí, pero pasé de ella, buscaba algo nuevo, algo quizá no mejor, pero algo útil. Observé una técnica que con los golpes provocaba irritación en la piel, pero no lo encontré nada útil, era una técnica básica que utilizaría un estudiante contra otro. Finalmente la vi, era una técnica parecida a la que vi antes, pero más poderosa: Yoton: Maguma Kawa

Spoiler:

Sonreí al leer la técnica, una piel de lava que causa quemaduras al contacto, no estaba mal, en una misión o en un combate podría resultar útil. Recojí el rollo y lo guardé de nuevo, lo primero era encontrar un buen lugar donde practicar la técnica.
Recorrí las aguas saltando las grandes olas y esquivando las pequeñas, busqué en las pequeñas islas si había algo que me pudiese servir o si la isla tenía las condiciones adecuadas. Al final me cansé de buscar la "isla perfecta" y me decidí por una pequeña isla de no más de 10 metros cuadrados que tenía una gran roca en su centro.
Volví a abrir el rollo y memoricé los sellos necesarios para realizar la técnica, terminaba en tigre, sello de fuego, no me extrañó lo más mínimo.
Justo iba a practicar la técnica cuando recordé la última que aprendí y como quemaba las telas o incluso la piel; fue por esto que decidí quitarme la ropa para el primer intento.
Realicé los sellos ¡Maguma Kawa! Mi piel se cubrió de lava brillante que ya empezaba a sobrecalentar y derretir el suelo que pisaba en ese momento. Algo iba mal, la lava que había creado estaba quemándome la piel. Di un alarido y me zambullí en el mar, donde la lava se enfrió y pude librarme de ella.
Salí del mar echando vapor de la piel por culpa del calor que había generado; me decidí a realizar la técnica una vez más ¡Maguma Kawa! esta vez había pasado por toda mi piel chakra para reforzarla antes, pero me excedí en este chakra y la lava se despegó de mi piel cayendo al suelo para derretirlo.
Lo quise repetir una vez más, esta vez pasando el chakra por mi piel reforzandola al máximo para luego generar una piel ardiente de lava, manteniéndola líquida pero pegada a mi piel.
Lo había conseguido finalmente, mi piel estaba cubierta de una lava ardiente que no me quemaba y que no se despegaba de mi piel. Miré hacia la gran roca y corrí hacia ella para golpearla con mi puño con mucha fuerza.
La roca se resquebrajó un poco al principio, pero eso no fue nada comparado a cómo la roca empezaba a fundirse y derretirse alrededor de mi brazo permitiéndo que se insertase en ella.
Deshice el jutsu y me aparté de la lava que había caído al suelo. "Otra técnica más"