Llegó a la aldea y fue directo a la taberna, por varias razones, la primera porque era un lugar de información sencilla, si había llegado un shinobi se comentaría allí o el shinobi iría para ver si habia información del país de las olas por si era seguido. En el caso de no encontrarse con el Jounnin allí, Einar tendría tiempo un día o dos, para poder crear una base sólida en su historia por si llegaba el Jounnin el único viajero que había llegado era un pobre joven que realizaba un viaje para rezar en uno de los altares de la isla Nagi.

Y fue este segundo caso el que llevó a cabo pues no había indicios de que hubiese llegado a aquel pueblo ningún shinobi. Aunque si había rumores de que hacé un día desembarcó uno en el puerto Degarashi, los cálculos de Einar eran precisos y eso le aliviaba, tenía mas o menos un control de la situación.

Einar esperó tres días con la excusa de que estaba reponiendo suministros para su parte final del viaje y descansando, hasta que por fin llegó el Jounnin por la mañana entró en la taberna mientras Einar se tomaba su desayuno y al ver al shinobi dijo al tabernero que esa era la última noche que pagaba la habitación, esa misma tarde seguiría su viaje.