-Hace ya 3 horas que estoy vagando por este lugar, y ni rastros del objetivo-

El calor es insoportable, no se con exactitud cuanto tiempo estaré dando vueltas en este lugar, por lo que debo ser cuidadoso con mis provisiones de agua. Estube pensando en un metodo util para no perderme durante mi busqueda, decidí que la mejor forma de avanzar va a ser durante el día, ubicandome con la posición del sol, de este a oeste. El día sigue su transcurso hasta llegar al alba.

-Ni rastros...

Continuo avanzando hasta encontrar un pequeño manantial, este será un buen lugar para dormir. Dejo mis cosas junto a una gran roca y me acerco a la pequeña fuente de agua para poder refrescarme, todo parecía muy tranquilo, cuando un pequeño sonido, un susurro en la noche, llama mi atención.

-No estoy solo.

Trato de escuchar que es lo que me esta acechando, tomo una de mis espadas y lentamente salgo del manantial. Fue justo en ese instante cuando pude verla, una serpiente de gran tamaño saltó hacia mi cuello, intentando morderme. Instantes antes de que su mordida me haya costado la vida, desenfundé mi espada y la corte a la mitad, dejandola caer en el suelo.

-Bueno, creo que he conseguido mi cena.

Utilizando las ramas del arbol que se encontraba junto al pequeño arroyo para hacer una fogata y cocinar mi no tan apetitosa cena. Lo primero que hice fue cortar la cabeza de la serpiente, luego sacar la escamoza piel para despues comer su carne asada. Todo parecia muy tranquilo, hasta que en un momento de distracción vi como una flecha se clavaba sobre mi cena, sacandola de mis manos y clavandola en el suelo.

-Quien anda ahi?

La unica que respuesta que recibí fue la flecha que pasó zumbando junto a mi, el tirador se encontraba en la oscuridad, el origen de los disparos era indetectable.

-Es un grupo de bandidos, posiblemente mi fogata llamó su atención.

Enfrentar contra un enemigo que no puedes ver es algo bastante dificil de hacer, tenía que encontrar una forma de solucionar esto. Fue entonces cuando tomé una de las ramas que estaban ardiendo en la fogata y la lancé hacia el exterior, para poder ampliar mi campo visual, rapidemente comencé a hacer eso con muchas otras ramas, hasta llegar a cubrir gran parte de la zona de combate. No había rastros de un enemigo hasta que un tipo con un hacha apareció corriendo hacia mi desde las sombras. Rapidamente me puse en guardia, desenfundando dos de mis espadas.

-Nitouryuu.

Doy una embestida hacia mi enemigo hasta encontrarnos frente a frente, me paro justo frente a el.

-Regla Nº1 del asesino:Desaparece en las sombras y elimina tu presencia
analiza tu objetivo y encuentra su punto debil-

Mi oponente era un tipo bastante grande, tenía grandes musculos, pero no parecía ser de mente brillante. Puedo aprovechar esa fuerza para jugarla en mi favor, la mejor opción va a ser esquivar su ataque y entonces encontrar mi oportunidad para atacar.

-Regla Nº2 del asesino: Adelantate al enemigo, predice sus pensamientos y movimientos-

En ese momento logro ver como mi enemigo levanta con ambas manos su peligrosa hacha. Esta a punto de realizar un ataque en vertical. Justo antes de que su ataque acabase conmigo, hago un agil movimiento hacia el costado, esquivando el ataque. Ahora su arma se encontraba incrustada entre la arena, estando completamente indefenso ante mi ataque

-Regla Nº3 del asesino: Acaba con el enemigo antes que note tu presencia-

Este era el momento indicado para acabar con el, coloqué mis espadas en horizontal y tras dar un giro realicé dos cortes sobre mi oponente, uno a la altura del pecho y el otro en la cintura.

-Nigiri!

Spoiler:

Tras el ataque mi oponente cayo desmayado en el suelo, no va a despertarse hasta dentro de un largo tiempo.

-Uno menos.

Tras derrotar a mi enemigo me encargué de apagar el fuego que se había exparsido alrededor de mi pequeño punto estrategico, luego lo amarré al tronco del árbol para poder interrogarlo en el momento en el que despierte. Pasadas las horas el mercenario recobró la conciencia. Me encontraba sentado en una roca, justo frente a el.

-Como es posible que un niño me haya derrotado..
-Nunca debes subestimar a tu enemigo, te confiaste, eso fue lo que me permitió acabar contigo.
-Que es lo que quieres? Por que me tienes aqui?
-Estoy buscando a un niño, estaba viajando con su madre y se perdió aqui, en el desierto. Sabes algo al respecto?

Observo detenidamente su mirada, sus ojos se abrieron al escuchar mi pregunta. Estoy completamente seguro de que sabe algo sobre mi objetivo.

-Bueno, no se si lo que tengo para decirte pueda servirte de algo, pero hace dos días encontramos un niño, decía estar perdido, ahora lo tenemos cautivo a unos kilometros de aqui, en nuestro punto de reunión.

En su mirada podía verse que estaba diciendo la verdad.

-Como puedo hacer para llegar hasta allí?
-Solo debes ir en dirección oeste. Allí encontraras lo que buscas.
-Por que me dices todo esto?

El mercenario esboza una sonrisa burlona.

-Por que tengo el deseo de conducirte a una muerte segura.
-Eso estara por verse.

Guardo mis cosas en mi mochila y sacó una brujula de mi bolsillo. Observo la dirección hacia la que tengo que dirijirme y lentamente comienzo mi marcha. El sol aparece detras de mi, por el este, lo que me indica que voy en direccion correcta.

-Una muerte segura, un desafio interesante.

Tras unas cuantas horas de caminata logré ver una figura justo frente a mi, conforme avanzaba la figura se volvia mas y mas grande, hasta adquirir la forma de una pequeña casa de dos pisos.

-Según el mercenario, el objetivo puede estar aquí. Y supongo que no entregaran al niño por las buenas.

Desenfundo dos espadas y rapìdamente me lanzo hacía casa, irrumpiendo en ella a traves de una gran ventana.

-Tenemos un intruso!

Una gran batalla se desenvolvió en la habitación principal de la casa, me encontraba completamente rodeado de enemigos, todos armados hasta los dientes.

-Crees que puedes derrotarnos a todos a la vez pequeño debilucho? Tus ataques no podran compararte con nuestra fuerza!
-Ser fuerte no consiste en tener fuerza ni tecnica. La fuerza es tu espiritu, y por eso no podrán vencerme!

Tomé mi tercer espada y la puse en mi boca, mientras que mis oponentes se lanzaban hacia mi todos juntos a la ves, no había lugar hacia donde huir, lo unico que podía hacer era acabar con todos a la ves, con un solo ataque.

-Santouryuu. Tatsu Maki!

Rápidamente di un giro de 360 grados mientras realizaba un corte en cada uno de mis enemigos, dejando a todos inconcientes en cuestión de segundos.

-Debo encontrar al objetivo rapido, o las cosas se van a poner feas.

Todo parecía muy tranquilo cuando de repente un tipo con espada apareció atravezando la ventana, dirigiéndose hacia a mi a gran velocidad.

-Es fuerte, no podré bloquear su ataque, tendré esquivarlo-

Se lanzó hacia a mi con una estocada la cual esquivé con facilidad, pero justo en ese momento cuando de entre sus ropas sacó una segunda katana, atacándome por sorpresa y haciendo una herida no muy grave en mi pecho.

-Pagaras caro por haberte metido con nosotros.
-No es momento para arrepentirse!

Hice caso omiso a su amenaza y comencé a atacar ferozmente con mis 3 espadas a la vez, sin embargo, mi oponente bloqueaba mis ataques como si nada.

-No estas a mi nivel, pequeño amateur

Con un simple movimiento mi oponente abrió una enorme brecha en mi defensa. Atravesando su katana en mi hombro.

-Mierda...

Traté de hacer caso omiso al insoportable dolor que estaba sintiendo en ese momento y utilizando la espada que tenía en mi boca para darle un ataque sorpresa, pero logró bloquearlo gracias a su otra espada. Aproveché el factor sorpresa para atacar con mis dos espadas restantes, pero justo antes de que pudiese hacerle daño dio un salto hacia atrás, tomando distancia y preparándose para atacar nuevamente.

-Es rapido, no se como voy a hacer para cortarlo-

Desaté el pañuelo que tenia en mi hombro y me lo coloqué en la cabeza, este me era de ayuda a la hora de encontrar la forma de volverme mas fuerte y poder superar a mi enemigo.

-Para derrotarte, solo tengo que volverme mas fuerte de lo que era antes de llegar aquí.

El dolor que sentía en mi hombro era realmente insoportable, no estaba seguro de cuanto tiempo mas iba a poder seguir peleando, esta pelea tenía que acabar rápido, o mis heridas podrían llegar a empeorar.

A medida que el combate se prolongaba mas fuerte era el dolor que sentía en el hombro. La capacidad de reacción de aquel mercenario era sorprendente, lograba esquivar con facilidad mayor parte de mis ataques, sin siquiera tener que usar sus espadas para defenderse.

-Tu resistencia es sorprendente mocoso, pero aun no tienes lo necesario para poder derrotarme.

El bandido se lanzó hacia a mi atacando simultáneamente con sus dos espadas, justo antes de que pudiese cortarme bloqueé su ataque colocando mis dos espadas en horizontal.

-Nigiri.

Rápidamente moví hacia el costado sus espadas para poder atacar con la espada en mi boca, y fue en ese momento, por primera ves en el combate, en el que logré superar su defensa, realizando un corte a la altura de su pecho. Aquella brecha entre nuestras habilidades lentamente comenzaba a desaparecer, solo debía aumentar la velocidad de mis ataques.

-Aqui voy!

Arremetí contra el mercenario atacando velozmente en distintos lugares de su cuerpo, pero gracias a su habilidad bloqueando con sus espadas, mis ataques no surgían efecto alguno sobre el.

-Ya me canse de ti, mocoso!

El mercenario detubo en seco mi ataque con una de sus espadas, abriendo rápidamente una brecha en mi defensa.

-Estas acabado.

De repente todo a mi alrededor se torno oscuro, solo estábamos el y yo, luchando inmersos a una oscuridad infinita, nuestros cuerpos estaban completamente quietos. Podía escuchar el latido de mi corazón, palpito por palpito, un sonido que opacava mis oídos, el único sonido que podía escucharse en ese lugar. Fue en aquel momento de concentración en el que logré ver claramente con mis ojos la clave para superar a mi adversario. Aquel lugar oscuro donde mi mente se encontraba adquirió un brillo completamente diferentes, su cuerpo comenzó a moverse, esta ves podía notar claramente como su defensa se abría, lentamente mientras realizaba su ataque, y fue justo en ese instante, donde usando la espada que tenia en mi boca desvié sus espadas, mientras lo desarmaba usando mis otras dos espadas.

-Santouryuu.

De un momento para el otro la espada que tenía en mi boca se encontraba en la base de su cuello, mientras que mis otras dos espadas se encontraban una por debajo y otra por arriba de el.



-Gazami Dori!

Utilizando mis 3 espadas realicé un corte mortal en la cabeza de mi oponente, decapitandolo en un abrir y cerrar de ojos.

Spoiler:

El combate ya había terminado, con las pocas fuerzas que me quedaban logré alcanzar las vendas y el equipo medico que tenía en mi mochila. Como pude apliqué un desinfectante y luego coloqué una venda sobre mi hombro.

-Debo revisar la casa.

La casa constaba de 2 pisos y un subsuelo, primero subí las escaleras hasta llegar a un deposito repleto de armas de todo tipo. Explosivos y demás.

-Ni rastro del objetivo

Comencé a bajar nuevamente las escaleras, la entrada al subsuelo consistía en una trampilla, seguido por unas escaleras.

-Hay alguien aqui?
-Por favor ayudenme!

Era la voz de un niño, rapidamente bajé hasta llegar al subsuelo. Un niño se encontraba frente a mi, con lagrimas en los ojos.

-Como has llegado hasta aquí amiguito?
-Hace varios días me perdí en este desierto, estos tipos dijeron que iban a ayudarme a encontrar a mi madre, pero lo unico que hicieron fue encerrarme en este calabozo

No había duda de que este niño era mi objetivo, ahora solo debía llevarlo con su madre.

-Soy un ninja de Kumokagure al que se le encomendó venir a buscarte, estas a salvo conmigo. Hay mas gente aquí?
-Conozco este piso de punta a punta y no he visto a nadie mas. Estaba completamente solo, hasta que llegaste tu.
-Pues en ese caso, vamos a casa.

Ayudé al niño a salir del subsuelo, le indiqué que me esperara afuera, luego subí hasta el deposito de los mercenarios y saqué un sello bomba de mi bolsillo y lo coloqué junto a los explosivos que había encontrado hacía unos instantes. Rapidamente bajé las escaleras y salí de la casa, alejandome de aquel lugar junto con el niño. Instantes despues, una gran explosión arrazó con el edificio y todo lo que quedaba en el.

MISION COMPLETADA