El cantar de las aves y el tenue silencio del bosque formaban un lugar perfecto para que Sora pudiera entrenar esa técnica, habiendo ya estudiado los principios básicos de la misma. Su vaga y delicada silueta se hizo presente en el bosque y confiando estar sola la kunoichi decidió meditar un poco. Esto sin duda la ayudaría a regular su flujo de chakra y amoldarlo a la electricidad que sería la esencia de la técnica.

Sus conocimientos como médico suponían, como con cualquiera, la gran ventaja de saber el punto exacto donde golpear para provocar el efecto deseado, pero el único problema era convertir el chakra en electricidad. El viento agito su cabello celeste y armonizaba su respiración con lenta y pausada. Perdiendo la noción del tiempo, se quedó en absoluta paz, concentrada solo en el flujo de su chakra.
Suave cada suspiro a tal punto de que claramente podía hasta escuchar un grillo en la lejanía cantar su canción nocturna. Su cuerpo y su mente estaban en absoluta serenidad y armonía con respecto a su chakra, el cual fue enviando a las manos lentamente. Sin perder el ritmo de su respiración y su paz interna fue moldeando el chakra para su fin.

Serena, casi imperturbable, manteniendo aquel delicado equilibrio entre paz y concentración que la guiaría por el camino que debía tomar, el que la llevaría a su objetivo. El azul del cielo había sido reemplazado por el fuerte anaranjado del atardecer y la joven empezaba a sentir el agotamiento por el esfuerzo.

Moldear el chakra para que adquiriera la forma y propiedades de la electricidad le estaba costando, pero ella mantenía aquella férrea voluntad. Poco a poco el chakra se fue amoldando hasta convertirse en eletectricidad. De pequeñas chispas Sora paso a electricidad más firme… había llegado la hora de probar su progreso.

-¡Ranshinshō!-

Exclamo dando un golpe con el canto de su mano a un árbol. La electricidad acumulada se descargó en la madera dejando una pequeña quemadura como comprobante. No era exagerado dado que más que para dañar era para afectar el sistema nervioso del enemigo pero claramente podría haberlo hecho de haberlo practicado con una persona.